martes, 16 de septiembre de 2008

Ganando por un sueño


Ganar para seguir en lo más alto. Esa era el objetivo de San Lorenzo en su visita al Sur. El rival era Banfield, uno de esos equipos que molestan y mucho a los más grandes. Andrés Silvera reemplazaba a Bernardo Romeo y por primera vez salía como titular en el conjunto de Miguel Angel Russo. Por su parte, Jorge Burruchaga sufría con la ausencia de Santiago Raymonda, porque era uno de sus predilectos. Una cancha llena para un partido que prometía emociones.

El Ciclón tomó las riendas del encuentro desde el principio. Se paró bien atrás y le quitó la pelota a Banfield. Con inteligencia fue estudiando a su rival y dominaba. A los 22 minutos, Adrián González robó en el medio, se la pasó a Diego Rivero y el ex Chacarita mandó un centro perfecto, Gonzalo Bergessio peinó y Andrés Silvera acertó en la definición. El Cuqui, que llevaba ocho partidos sin marcar, se amigó con la red. A partir de ahí, fue un monólogo de San Lorenzo. Luchetti le tapó un mano a mano a Bergessio. Recién a los 37, Banfield tuvo la suya con un cabezazo de Víctor López que salvó Orión.

A cuatro del final del primer tiempo, el equipo de Russo aprovechó otro error del Taladro y anotó el segundo. López quiso rechazar y Barrientos, que no dio la pelota por perdida, puso la cabeza y agarró a Luchetti desconcertado. Un 2-0 merecido, después de una muy buena etapa inicial de los de Boedo.

El complemento empezó muy distinto. Banfield, necesitado, cambió la actitud. Y rápido consiguieron el gol para encender la ilusión. A los 8, Fernández llegó a pellizcarle la pelota a Bertolo y el ex Boca definió con sutileza. El monólogo pasó a ser del Taladro, que puso entre las cuerdas a San Lorenzo. Tenían la pelota, pero les faltaba el último toque para ponerse frente a frente con Orión. La defensa del Ciclón, que había sido un relojito en los primeros 45 minutos, ya no daba la misma seguridad.

Todo era de Banfield. Russo miró al banco y le dio la chance a Santiago Solari, como el otro día contra Rosario Central. El Indiecito entró frío y casi no participaba del juego. Pero a los 44 frotó la lámpara por la derecha y cerró con una obra maestra para clavar el 3-1. El primer gol desde su vuelta al fútbol argentino.

Final y alegría para San Lorenzo. Recuperó la punta en una cancha difícil y se mantiene como uno de los máximos candidatos a pelearle el título al Boca de Ischia.