
La Selección española se ha clasificado esta noche para la Eurocopa 2008 y prácticamente se ha asegurado el primer puesto del grupo. España completa de esta forma un año 2007 sin una sola derrota y mostrando su mejor cara.
España cumplió con las expectativas y superó a una Suecia desaparecida en un partido que los de Aragonés encarrilaron desde el principio. Gran partido de Capdevila, que marcó el primero y dio el segundo, y espectacular Iniesta, el mejor hasta que fue sustituido.
El guión de la película se definió sin tardanza. A los tres minutos, España ya había hecho una de esas jugadas de 'tiqui-taca', combinando una y otra vez durante un buen rato, hasta que Ljungberg surgió de la nada para robarle el balón a Xavi y buscar a la punta de lanza del ataque sueco, Zlatan Ibrahimovic. Los papeles estaban definidos: toque frente a contraataque.
Paradójicamente, la 'Roja' inauguró el marcador tras una jugada de pizarra: Xavi botó un córner al primer palo, donde Cesc cabeceó de forma excelente hacia atrás para que Capdevila rematara sin oposición. El de Lleida pateó de manera magistral con su pierna derecha, y el Bernabéu empezó a sentir más cerca la Eurocopa.
España manejaba el partido a su antojo, llegando en algún momento a tener el 70% de posesión, pero faltaba profundidad a la hora de dar el último pase. La oportunidad más clara de ampliar la diferencia la tuvo en sus botas David Villa, que estrelló una falta en el palo izquierdo de la portería sueca.
Sin pisar el acelerador
A punto de llegar al descanso, una jugada de tiralíneas, en la que la Selección combinó catorce pases, acabó con una triangulación perfecta entre Xavi, Capdevila e Iniesta, que culminó de maravilla con un zurdazo que se coló por la escuadra de Isaksson.
La Selección bajó el pistón en la segunda mitad, pero Suecia se mostró como un equipo bastante limitado. Ibrahimovic era una isla en el ataque nórdico, y la velocidad y el desborde de Ljungberg parece que pasaron a mejor vida. Iker Casillas no había pasado un partido tan plácido en el Bernabéu en toda su carrera.
Los suecos no dispararon a puerta en todo el encuentro, pero a esta nulidad en ataque se le sumó una defensa que dejó bastante que desear. De nuevo, Xavi botó un córner y de nuevo remató Capdevila con la derecha, aunque en esta ocasión no encontró puerta, y el rechace le fue a caer a Sergio Ramos, que empalmó con el alma un balón que entró como un obús y sirvió para confirmar, si no lo estaba ya, la clasificación para la Eurocopa.
Desde entonces, la relajación se apoderó de público, jugadores y entrenador, que vieron cómo una fase de clasificación que se complicó sobremanera en los primeros partidos ha terminado (a falta del trámite del miércoles ante Irlanda del Norte) con una victoria rotunda y a base de buen fútbol. Solo falta que la nube en la que se ha instalado la Selección acompañe el próximo verano en Austria y Suiza.